Llamados al amor  | La maduración del amor 

LA MADURACION DEL AMOR:  

LAS RELACIONES FUNDANTES Y FUNDAMENTALES EN EL SENO DE LA FAMILIA 

 La familia, fruto hermoso y maduro del matrimonio entre varón y mujer, es el hogar, el taller y la escuela del amor, del amor de donación que se vive en la comunión y en la solidaridad. Eje y fundamento de la persona y de la sociedad.  

          La familia es el lugar en el que la persona crece y madura en la relación de amor. Si hemos sido creados «en el Amor, por el Amor y para el Amor», nuestro ser va a madurar en el seno de las relaciones de amor. Éstas van a ir configurando todo nuestro ser, en su dimensión corporal, psicológica y espiritual y en estas relaciones vamos a poder ir viviendo lo que verdaderamente somos y estamos llamados a ser.  

          Estas relaciones que se dan exclusivamente en el seno de la familia desde que somos concebidos en el seno de la madre las denominamos relaciones fundantes y fundamentales, y son las siguientes: 1/ Esponsalidad, 2/Paternidad-Maternidad, 3/Filiación, 4/Fraternidad, 5/ Solidaridad, 6/ Amistad, 7/ Mismidad.  

 

          En estas relaciones el ser humano va madurando en el amor. Si en lugar de amor el niño encuentra desde el primer momento desamor, irá surgiendo en su corazón la herida de desamor y ésta irá incapacitándole progresivamente para ser quien está llamado a ser y para darse en una vida de amor. 

          Dentro de estas relaciones, la más importante es la relación con la madre y con el padre. Es en ésta donde se va forjando el «yo» de la persona, a través de las relaciones de apegovínculo y pertenencia del hijo con sus padres. El niño descubre, en la relación de amor con sus padres, su propio «yo». Él se mirará, se comprenderá y descubrirá así mismo con los ojos de sus padres. Por eso, lo primero en la persona no es el «yo», sino un «nosotros», un «tú» que me hace descubrir mi «yo» como don y como amor.  

          La madre será para su hijo la base segura sobre la que crecerá y madurará durante toda su vida. Esta relación de apego es la base de la confianza, de la autoestima y de la manera de comportarse en las futuras relaciones del niño. También será la base sobre la que el niño establecerá las consiguientes relaciones fundantes, como la relación o vínculo con el padre, la cual también forjará la personalidad del niño. 

          Es por ello que las relaciones primarias en la familia son esenciales para la persona, pues son la base de su personalidad, de su «yo», pues somos seres relacionales. De ahí que demos tanta importancia a las relaciones fundantes y fundamentales. De aquí también que la Iglesia Católica le de esa importancia crucial al matrimonio entre varón y mujer y a  la familia, considerando que dichas relaciones son sacramentales, es decir, en estas relaciones fundamentes y fundamentales: 1/ Se nos da Dios a través de la relación de amor con los otros; 2/ Se nos capacita para darnos a los demás y a Dios. 

          De ahí podemos decir que la familia es una “iglesia doméstica”, es decir, sacramento de la presencia de Dios entre nosotros, como Amor, como Verdad, como Vida. Por este motivo, estas relaciones en el seno familiar nos capacitan para acoger en nosotros el amor de Dios, así como para, una vez acogido, donarnos a Dios. Esto hace de la familia matriz de Iglesia y de sociedad: 

«El futuro depende, en gran parte, de la familia, lleva consigo el porvenir mismo de la sociedad; su papel especialísimo es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz”. «El matrimonio y la familia cristiana edifican la Iglesia. Los hijos son fruto precioso del matrimonio». (San Juan Pablo II, Familiaris Consortio 14, 16) 

 «La familia, fundada en el matrimonio, constituye un patrimonio de la humanidad, una institución social fundamental; es la célula vital y el pilar de la sociedad y esto afecta tanto a creyentes como a no creyentes. Es una realidad por la que todos los Estados deben tener la máxima consideración, pues, como solía repetir Juan Pablo II, el futuro de la humanidad se fragua en la familia». (Benedicto XVI, 13-05-06) 

Desde esta importancia esencial de la familia en cada persona, en la sociedad y en la Iglesia, entendemos el ataque masivo a todos los niveles que está sufriendo la familia, pues la familia es la “matriz” de cada persona, de la sociedad y de la Iglesia.  

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LA BELLEZA DE LA VERDAD

AMOR EN ACCIÓN

«Mi padre poseía una gran inteligencia emocional que lograba poner equilibrio en la casa y en el ambiente familiar siempre con una anécdota o un chiste. Como hijas era muy grato compartir y aprender de él. Conectaba fácil con todos, nos encantaba estar a su lado y supo transmitirnos un buen modelo de masculinidad. Mi madre ha trabajado mucho en su emocionalidad y en sus heridas, hoy en día la relación con ella es buena con todos« Maite 

REMAR MAR ADENTRO

Citas

“La familia es una escuela del más rico humanismo. Para que se pueda alcanzar la plenitud de su vida y su misión se requieren una benévola comunicación espiritual, un propósito común de los esposos y una cooperación diligente de los padres en la educación. La presencia activa del padre contribuye muchísimo a la formación de los hijos, pero también debe asegurarse el cuidado doméstico de la madre que necesitan los hijos”

Concilio Vaticano II, Gaudium et Spes. 52

Libros recomendados

 

 

 

 

 

 

Citas

 

“Los niños se hayan tan implicados en la actitud psicológica de sus padres que no es extraño que la mayor parte de los trastornos infantiles puedan retrotraerse al clima psíquico del hogar. No cabe duda que para los padres resulta de la máxima importancia juzgar sus síntomas a la luz de sus propios problemas y conflictos: es su deber en tanto que padres. Su responsabilidad a este respecto conlleva la obligación de hacer todo lo posible para no vivir de un modo tal que pueda dañar a sus hijos. En general, se pone demasiado poco énfasis en lo importante que la conducta de los padres resulta para los hijos; no sólo las palabras cuentan, también los actos. Los padres deberían tener siempre presente el hecho de que la causa principal de la neurosis de sus hijos radica en ellos mismos”

The Development of Personality, C.G. Jung

 

“Me realizo al contacto del Tú… toda vida verdadera consiste en encuentro”

M. Buber

 

“La identidad, la definición de quiénes sentimos que somos, se aprende en el espejo de las primeras relaciones, y se va configurando a partir de las interacciones con las figuras significativas de nuestra historia”

No soy yo, p. 65,  Anabel González

“Nuestra identidad personal se fundamenta en el apego. Es a través del apego del niño con la madre que éste desarrolla su sentido de “yo” y descubre quién es en realidad. La vergüenza experimentada durante este proceso de apego e individuación trastocará no sólo el desarrollo de la identidad del “yo”, sino también el desarrollo de la identidad sexual”

Vergüenza y pérdida del apego, p. 29, J. Nicolosi

Libros recomendados

 

    

 

 

 

 

 

Citas

“En la familia se aprende a conocer el amor y la fidelidad del Señor, así como la necesidad de corresponderle…Iluminada por la luz del mensaje bíblico, la Iglesia considera la familia como la primera sociedad natural”

Compendio Doctrina Social de la Iglesia. 211

“La familia es imporante y central en relación con la persona. En esta cuna de la vida y del amor, el hombre nace y crece. Cuando nace un niño, la sociedad recibe el regalo de una nueva persona, que está llamada, desde lo más íntimo de sí a la comunión con los demás y a la entrega a los demás. En la familia, por tanto, la entrega recíproca del hombre y de la mujer unidos en matrimonio, crea un ambiente de vida en el cual el niño puede desarrollar sus potencialidades, hacerse consciente de su dignidad y prepararse a afrontar su destino único e irrepetible”

Compendio Doctrina Social de la Iglesia. 212

Libro recomendado

 

Citas

“El hogar es la primera escuela de vida cristiana y escuela del más rico humanismo. Aquí se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el amor fraterno, el perdón generoso, incluso reiterado, y sobre todo el culto divino por medio de la oración y la ofrenda de la propia vida”

CIC. 1657 

 

“Los padres son los principales y primeros educadores de sus hijos”

CIC. 1653

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